La película “Te encontré mañana” cuenta de ese extravío, lo de quien está enfermo y lo de quien, como se despierta por la mañana, le gustaría guardar en los ojos el sueño de la noche, que necesariamente desaparece. Con un intencional malentendido el guionista lleva al espectador por el mismo extravío: el espejo y la imagen reflejada ya no coinciden.