Como parte de su segundo álbum de estudio, Caótica Belleza, Esteman grabó esta conmovedora composición inspirada por la muerte de su abuelo pero que, debido al poder de la música, adquiere un carácter universal para todos los que se hayan enfrentado con la maldición de la pérdida de la memoria. “Parte de ese tema, sin ser obvia, para hablar de una relación en que una de las dos personas está perdiendo la memoria y le pide a la otra que, a través de la música y el arte, le ayude a recordar todo lo que han vivido”, dijo el cantautor a Rolling Stone en marzo.
“Es una canción que habla sobre el poder de la memoria y de lo que uno ha vivido, el poder del pasado, precisamente”. El pasado se convierte entonces en un mirada humana a la necesidad de atesorar todas las historias que forman lazos entre las personas, a la vez que reflexiona sobre la fragilidad de la memoria y la importancia de darle valor a un presente, que quizás luego se desvanezca.