La cinta propone una trama entre dos países, dos tiempos y dos generaciones: un pueblo de Huesca y Guinea Ecuatorial, el comienzo de los años cincuenta y la actualidad. Cuando muere su padre, Clarence descubre una carta enviada desde África hace años a su tío, ahora enfermo de Alzheimer, y decide emprender un viaje hasta la isla de Fernando Poo, en Guinea Ecuatorial, para indagar en la historia de su familia.
A través de un antiguo diario y de los descubrimientos de la joven, interpretada por Adriana Ugarte, se narra el verdadero corazón de la película: los años en los que su padre, Jacobo, y su tío, Killian, trabajaron en una plantación de cacao en la antigua colonia española, donde los hermanos conocieron y disfrutaron de las diferencias entre la encorsetada España de la posguerra y el exotismo africano y donde Killian terminará luchando por el amor prohibido de una nativa, Bisila.