Diagnóstico

El diagnóstico de demencia, hoy en día y en la mayoría de los paises, se hace siguiendo las recomendaciones propuestas por Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Décima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10, 1992) y por la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association) -recogido en el Manual de Diagnóstico Estadístico (DSM-IV, 1994) - y son los siguientes:

Según la CIE-10 en la demencia se encuentran estos síntomas (que pueden evaluarse objetivamente con pruebas específicas en muchos casos siempre que sea necesario):

  1. Deterioro de memoria
    • Alteración para registrar, almacenar y recuperar información nueva.
    • Pérdida de contenidos mnésicos, o memorizados, relativos a la familia o al pasado.
  2. Deterioro del pensamiento y del razonamiento
    • La demencia es más, y más profunda y anómala, que una dismnesia o alteración patológica de la memoria.
    • Existe reducción en el flujo de ideas
    • Existe deterioro en el proceso de almacenar información
    • Dificultad para prestar atención a más de un estímulo a la vez
    • Dificultad para cambiar el foco de atención
  3. Interferencia en la actividad cotidiana
  4. Existe una conciencia clara inicialmente, pero hay la posibilidad de superposición delirio/demencia

Según la DSM-IV para dignosticar demencia tiene que existir:

  1. Pruebas evidentes de deterioro de la memoria a corto y largo plazo.
  2. Al menos uno de los siguientes síntomas:
    1. Deterioro del pensamiento abstracto
    2. Deterioro de la capacidad del juicio
    3. Otros trastornos de las funciones corticales posteriores, como afasia, apraxia, agnosia y "dificultades constructivas" [ver Diccionario]
    4. Modificaciones en la personalidad
  3. La alteración en a) y b) debe interferir de forma significativa en las actividades laborales o sociales habituales, o en las relaciones con los demás.
  4. Debe estar presente de manera continuada y no aparecer exclusivamente durante el curso de un "delirium" [ver Diccionario]
  5. Tiene que existir una de estas dos razones para la demencia:
    • o bien una causa demostrable específica que se estima bien relacionada con esta alteración clínica
    • o bien, en ausencia de tal evidencia, puede presuponerse que existe demencia cuando no exista ningún tipo de trastorno mental a la que pueda achacarse la patología que se observa (diagnóstico de exclusión) (este es el caso típico de las demencias neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer).
    • Demostrados por exploración psicopatológica y testimoniadas por informante.

Para realizar el diagnóstico de demencia según la CIE-10 o la DSM-IV, es necesario:

  • Que los síntomas esten presentes y/o progresen al menos durante seis meses.
  • Que se afecte más de una función cognoscitiva.
  • Que haya una causa de demencia.

La historia clínica y la evaluación neuropsicológica son dos componentes esenciales para el diagnóstico de la demencia. Además de ello se realizarán todos los exámenes neurológicos y las pruebas de laboratorio indicadas para poner de manifiesto todas las posibles causas de demencia.

Por la historia clínica se recoge información sobre la vida sanitaria, cultural y social del paciente, los antecedentes familiares sobre enfermedades relacionadas con la demencia, las funciones cognoscitivas que se han visto afectadas, en qué orden y como es la forma y el tiempo de evolución, los trastornos conductuales y los cambios de personalidad, la capacidad del individuo para realizar sus actividades de la vida diaria y mantener las relaciones sociales y laborales, la confirmación, por parte del informador próximo a su entorno cotidiano, de los problemas que describe el paciente, y es interesante incluir también la valoración que el propio sujeto hace de su enfermedad y de su repercusión en la vida diaria. La entrevista diagnóstica se completa con el examen neurológico y neuropsicológico, encaminado a detectar alteraciones focales (tumoraciones, hematomas, etc.) o signos de afectación bilateral (atrofias, etc) que señalen una causa secundaria de demencia o indiquen el origen primario del deterioro del cerebro (p.e., degeneración). Todo esto acompañado con unos análisis rutinarios como un hemograma, bioquímica sérica, análisis de orina, hormonas tiroideas T3 y T4, vitaminas B12 y ácido fólico, serología luética, radiografía de tórax, electrocardiograma, electroencefalograma y la tomografía axial computerizada cerebral y otras pruebas optativas como el proteínograma, análisis del líquido cefalorraquídeo, VIH, electromiografía, arteriografía, resonancia magnética, cardiografía-electroencefalograma, potenciales evocados, tomografía por emisión de fotón único, etc.

La evaluación neuropsicológica aporta un estudio cualitativo y funcional del deterioro intelectual. Se suelen aplicar una serie de pruebas recogiendo respuestas a pruebas diseñadas específicamente (estandarizadas y adaptadas a nuestro idioma y entorno socioclutural y al nivel cultural del paciente). En estas pruebas se incluye también una entrevista psiquíatrica estructurada.

El examen cognoscitivo del paciente, el registro de las manifestaciones mostradas por el sujeto durante la entrevistas, la exploración neurológica, los datos de los fármacos que toma el paciente, las pruebas complementarias y la entrevista psiquíatrica estructurada a un familiar o cuidador, nos lleva a detectar de forma global el deterioro cognoscitivo y el grado de evolución del trastorno.

Algunas de las pruebas complementarias son estudios neuropsicológicos específicos de la persona para valorar la orientación, la memoria, el cálculo, el lenguaje, las praxias, la abstracción y la conceptualización, las funciones ejecutivas y sobre todo la influencia de sus posibles alteraciones en las actividades de la vida diaria.

Todas estas pruebas permite al médico realizar el diagnóstico de demencia y sospechar la causa etiológica de la misma.

viernes, 25 marzo 2022 10:55